2013
Este año, el texto que vais a leer, explicativo de las fotos, es el texto que la
Fundación Atapuerca proporciona a los medios de comunicación en el cierre de la
campaña. He decidido colocarlo pues considero que es mejor explicación en
palabras de los técnicos que lo que yo puedo explicar
YACIMIENTO DE GALERÍA
La campaña de 2013 en el yacimiento de Galería se ha centrado
en la excavación del subnivel GSU-3. Este subnivel, datado entre 220.000 y
240.000 años, pertenece a la Unidad GIII. Se
han recuperado restos faunísticos y algunas herramientas en sílex y arenisca
correspondientes a las últimas ocupaciones de Galería. Estas ocupaciones, que
eran esporádicas, estaban enfocadas al aprovechamiento de los animales que caían
a través de la trampa natural situada a la derecha del yacimiento; así lo
atestiguan las marcas de corte y las evidencias de fracturación que se han
identificado en los restos óseos. Los restos recuperados pertenecen
principalmente a ciervos y caballos aunque también se han recuperado restos de
bisonte. Entre los hallazgos de esta campaña, destaca la recuperación de restos
pertenecientes a dos leones en una de las zonas próximas al techo de la cueva. Uno de ellos es
un cráneo prácticamente completo de un individuo adulto, probablemente una
hembra, y el otro es la mandíbula de un cachorro de unos 6 meses.

GRAN DOLINA
NIVEL TD10
Desde el día 1 de julio, un equipo de 25 personas ha estado
excavando en la parte superior del yacimiento de Gran Dolina, en una superficie
de 80 m2.
Concretamente, se ha trabajado en la base el nivel TD10-2, de unos 400.000 años
de antigüedad. Este nivel se empezó a excavar en 2004 y desde entonces ha
proporcionado un riquísimo registro fósil, con más de 60.500 restos faunísticos
y 12.000 herramientas de piedra.
El gran paquete de sedimentos contenido en el nivel TD10 se
caracteriza por presentar las mayores concentraciones de restos arqueológicos
documentados hasta la actualidad en los yacimientos pleistocenos de la sierra de
Atapuerca. Estos restos se acumularon en la entrada a la cueva de Gran Dolina a
lo largo de los períodos en que ésta fue usada por los homínidos como enclave
referencial dentro del entorno de la sierra.
En el tramo superior del nivel TD10 (TD10.1)
habíamos documentado, al igual que en otros conjuntos de Atapuerca, el consumo
preferente de ciervos y caballos por los grupos de homínidos que ocuparon la cavidad. En la unidad TD10.2, la que hemos acabado
de excavar en esta campaña, pusimos al descubierto un registro con unas
características sorprendentemente diferentes: se trataba de una fase en que la
cueva fue ocupada por unos grupos humanos extremadamente especializados en la
caza y procesado de bóvidos. Además, ambas unidades presentan también
marcadísimas diferencias en cuanto a las herramientas de piedra fabricadas y
usadas: mientras TD10.1 presentaba la variedad de rocas utilizadas como materia
prima habitual en Atapuerca (sílex, cuarcita, arenisca, cuarzo, etc.), en TD10.2
se daba un uso exclusivo del sílex.
Por debajo de estos campamentos de cazadores de
bisontes, después de excavar un tramo en que aparentemente la cavidad fue
utilizada sólo de forma esporádica (que deducimos tanto a partir de la escasez
de restos como de una mayor presencia de carnívoros) hemos excavado un pequeño
nivel, ya en el contacto con el techo de TD10.3 y con una antigüedad de unos
420.000 años, donde volvemos a observar las estrategias diversificadas (en
cuanto a animales procesados y rocas utilizadas para la producción de los
instrumentos), características de los yacimientos pleistocenos de Atapuerca.
La excavación de las unidades
TD10.3 y TD10.4 en las próximas campañas nos permitirá entrar de lleno en el
mundo Achelense, del que tenemos también información relevante en el yacimiento
de Galería y, por supuesto, en el completo registro paleoantropológico de la
Sima de los Huesos. Poniendo en relación la información relativa a este período
(el comprendido entre los 500.000 y los 400.000 años) seremos capaces de
reconstruir como en ningún otro lugar de Europa tanto los aspectos biológicos
como culturales de Homo heidelbergensis.
SECTOR INFERIOR
Gran Dolina hace un millón de años. El nivel TD4
La industria lítica
recuperada durante esta campaña en el nivel TD4 de
la Gran Dolina, con una antigüedad aproximada de un millón de
años, confirma la continuidad del poblamiento humano en Europa desde que
este se originó hace aproximadamente 1,5 millones de años hasta la aparición de
Homo antecessor, hace unos 850 mil.
Se contradicen, por tanto, las hipótesis planteadas por algunos investigadores
que explicaban el primer poblamiento de Europa a partir de la sucesión de
pequeñas oleadas de homínidos sin continuidad en el tiempo y condenadas a la
extinción ante su incapacidad de adaptarse a los nuevos espacios.
Se adjunta un artículo publicado el
18 de julio de 2013 en la revista Quaternary Science
Reviews, en la que, entre otras hipótesis, se propone precisamente la
continuidad del poblamiento europeo durante el Pleistoceno inferior.
Aunque se trata de una industria lítica muy arcaica, ésta ya refleja el
desarrollo de actividades complejas, como el aprovechamiento de animales caídos
en las torcas. Estas actividades implican un cierto control del territorio, al
ser necesario leer e interpretar las señales que se producen en el medio cuando
un animal cae en una trampa de este estilo, tales como los bramidos de los
propios animales o el revoloteo de aves carroñeras en las inmediaciones.
Pero sin duda, el rey de las cuevas de Atapuerca hace un millón de años fue el
Ursus dolinensis, un oso de gran
tamaño antepasado directo de los futuros osos de las cavernas (Ursus
spelaeus) y muy cercano al ancestro común de los osos pardos actuales. De
esta especie se han encontrado varios restos junto al de otros animales como
rinocerontes, cérvidos gigantes, gamos, bisontes y asnos silvestres.
CUEVA DEL MIRADOR
En el yacimiento del Mirador siguen exhumándose cadáveres de
un grupo de unos veinte individuos del Calcolítico (Eneolítico), cuya antigüedad
se ha estimado en 4.700 años antes del presente.
Los restos se encuentran amontonados, aunque
parece tratarse de diferentes inhumaciones ocurridas a lo largo del tiempo.
Algunos de los cadáveres están en conexión anatómica, mientras que otros se
hallan dispersos.
Es importante destacar las investigaciones que se
vienen realizando sobre el ADN mitocondrial de estos cadáveres, en fase muy
avanzada, por parte del Dr. Carles Lalueza del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. Esta investigación quedará completada con los datos
que se obtengan en la presente campaña.
Además de las conclusiones que dichas
investigaciones puedan aportar sobre el poblamiento de
la península Ibérica, está prevista una comparación con el ADN
de personas del entorno de la sierra de Atapuerca, cuya genealogía se remonte a
varias generaciones. Se pretende llegar a enlazar el pasado con el presente, y
demostrar una posible continuidad y escasa movilidad de las poblaciones del
neolítico, eneolítico, edad de los metales, edad media, etc. en la Meseta Norte hasta
llegar a tiempos recientes.
Por otro lado, entre los restos hallados en el grupo humano
que está siendo excavado en estos momentos destaca el esqueleto de un varón
joven de unos veinte años de edad, cuyo cráneo presenta una perforación en su
parte posterior de algo más de un centímetro de diámetro. La perforación se
encuentra entre los dos parietales, a varios centímetros del occipital. Este
esqueleto se encontró in-situ (no fue
exhumado antes de que lo hiciera el equipo investigador). No se observan signos
de regeneración ósea, mientras que faltan algunas láminas de hueso en la zona
afectada. Por todo ello, se trata de una perforación del cráneo producida justo
antes o justo después de la muerte (peri-mortem).
Aunque este caso requiere un estudio en detalle, con
realización de tomografía computerizada, se pueden aventurar varias hipótesis.
Si la perforación fue realizada en vida, es evidente que este varón murió como
consecuencia del trauma causado en el cerebro. Puede tratarse de un acto
violento, pero también de un intento de curación. Unos centímetros por debajo de
esta perforación se observa un hundimiento puntual del cráneo, quizá producto de
otra perforación, pero totalmente cerrado y con signos de regeneración ósea.
Si la perforación ocurrió justo después de la muerte, también
se pueden proponer varias hipótesis, incluido algún tipo de ritual funerario.
En definitiva, la cueva del Mirador está ya
ofreciendo una visión muy completa de las poblaciones del Calcolítico y promete
convertirse también en un referente de esta época en
la península Ibérica.
PORTALÓN DE CUEVA MAYOR
Durante la presente campaña se han finalizado los trabajos de
excavación de los niveles Calcolíticos iniciados en la campaña del 2012,
documentándose un contexto funerario con inhumaciones humanas acompañadas de
elementos de ajuar como recipientes cerámicos, industria lítica (puntas de
flecha y láminas de sílex) y ósea (punzones y pasadores), animales domésticos (ovicápridos
y suidos), objetos de adorno (colgantes y conchas) y abundantes hogueras. Se ha
empezado a descubrir el nivel neolítico, que se espera que proporcione mucha
información en las próximas campañas sobre los primeros agricultores y ganaderos
de la Meseta y de la
Península. Para poder alcanzar este nivel ha sido necesario
evacuar grandes bloques de caliza que cubrían el yacimiento y que corresponden a
una caída del techo de la cueva. El Portalón puede ser un yacimiento de
referencia para conocer a los últimos cazadores y recolectores y el tránsito a
la economía de producción.
SIMA DEL ELEFANTE
El resultado más destacado de esta campaña de excavación en la
Sima del Elefante es el hallazgo de una pieza de industria lítica en
sílex cretácico del Modo 1 en el nivel
TE8. El nivel TE8 se localiza por debajo del nivel TE9 (datado en 1,2 Ma)
donde en el año 2007 apareció la mandíbula humana más antigua de Europa. En
consecuencia, pensamos que con este hallazgo nos acercamos al límite aceptado
para la primera ocupación de Europa Occidental que se sitúa en 1,5 millones de
años.
En
estos momentos podemos decir que los objetivos planteados al inicio de la
campaña de excavación han sido cumplidos de forma satisfactoria. Los objetivos
eran principalmente:
1. Perfilar la sección sur del relleno sedimentario
con el fin de apreciar los niveles inferiores de la secuencia estratigráfica, y
poder entender la relación de los mismos en la formación de la secuencia
sedimentaria.
2. Localizar el paquete sedimentario TE9 en toda la
superficie de excavación.
3. Determinar si en los niveles inferiores a TE9
(que tiene una cronología de 1,2 Ma) había registro arqueopaleontológico.
En relación al primer punto, el perfil conseguido
nos permite ver la presencia de elementos sedimentarios que no habíamos
observado hasta el momento y nos facilita la comprensión de la formación del
yacimiento. Además, este perfil también facilitará la explicación de dichos
procesos a los investigadores que el próximo año participaran en el
congreso internacional de la Unión Internacional de Ciencias Prehistóricas y
Protohistóricas (UISPP) organizado por la Fundación Atapuerca
que se celebrará en Burgos.
Respecto al segundo objetivo planteado, hemos
apreciado que el nivel TE9 se extiende por casi todo el yacimiento. En estos
sedimentos hemos recuperado restos de macromamíferos como suidos, ciervos
gigantes o gamos junto con restos de animales pequeños como aves y conejos.
También hemos recuperado algunos huesos de macromamíferos con fracturas y marcas
de corte que hemos relacionado con procesos de carnicería por parte de los
grupos humanos de hace 1,2 Ma.
Finamente, el tercer objetivo planteado también ha
sido resuelto con éxito. Así, a pesar de la escasa superficie del nivel TE7
excavada podemos afirmar que en este paquete sedimentario hay un número
relativamente abundante de restos de macro y micromamíferos. Esto nos indica que
este nivel es rico en fósiles de animales y, esperamos que en próximos años
podamos recuperar restos de actividad antrópica.
HASTA EL AÑO QUE VIENE